subsidios, "programas" y clientelismo

esta es la nota de La Capital donde -a partir de lluvias y piquetes- se hizo muy activa la discusion sobre los "subsidios" y a quien terminan favoreciendo.

Los grupos piqueteros se llevan la mayoría de los planes sociales

Las organizaciones piqueteras que protagonizaron en Rosario las protestas callejeras en demanda de ayuda tras la tormenta del 2 de febrero, tildadas por el intendente de tener un trasfondo político, se reparten las porciones más importantes de una gran torta cuyos ingredientes son programas sociales nacionales, con montos que van de los 150 pesos a pensiones no contributivas, y planes provinciales y municipales. Los beneficiarios del conjunto de esas opciones, según las fuentes consultadas por LaCapital, superarían los 50 mil.

Para la Nación, la provincia y el municipio, a la cabeza de las organizaciones que reciben asistencia se encuentra la Federación Tierra y Vivienda (FTV), seguida por la Corriente Clasista y Combativa (CCC), Barrios de Pie y aquellas en sintonía con la Casa Rosada, como la Corriente Federal Kirchnerista (CFK) y el Movimiento Popular Libertador San Martín.

En la ciudad se distribuyen tres planes creados por los ministerios de Desarrollo Social y de Trabajo nacionales, cuya coordinación está a cargo de las delegaciones de ambas carteras y, en la mayoría de los casos, la administración corre por cuenta de la Municipalidad.

Se trata del programa Jefes de Hogar, con un monto de 150 pesos por beneficiario (en Rosario suman 9.663). No obstante, el plan creado en 2002 para más de 2 millones de afectados por la crisis detonada por la caída de Fernando de la Rúa viene en declive. Es que en 2004 la administración de Néstor Kirchner reconvirtió el programa en el plan Familias y en el Seguro de Capacitación y Empleo (SCyE). El Jefes de Hogar alcanzó a tener unos 70 mil beneficiarios en Rosario.

El programa Familias, con unos 25 mil receptores según el municipio, incorpora montos en función de la cantidad de hijos. El SCyE otorga 225 pesos.

Los tres programas son compatibles con la Tarjeta Unica de Ciudadanía provincial (56 mil personas), que en septiembre de 2008 reemplazó a los ticket Santa Fe Vale, Nutrir Más y Celíacos para las prestaciones alimentarias. Además, la provincia y el municipio asisten con una cuota mensual de 450 mil pesos a comedores, copa de leche y centros comunitarios (350 casos en total). Los montos varían según los beneficiarios empadronados (cerca de 60 mil). Y el Palacio de los Leones desarrolla programas territoriales, entre ellos 30 Centros Crecer.

Cuestionado. Inmerso en dudas aparece el Programa de Empleo Comunitario (PEC), también nacional y administrado por la Gerencia de Empleo. "Es un invento de 2002 para cubrir a las personas que no calificaban para el Jefes de Hogar, que directamente manejan las organizaciones. Apuntó a contener la situación en Buenos Aires, pero luego se amplificó. Implica una herramienta de poder y negociación", explicó una fuente irrefutable.

De hecho, existen a nivel nacional investigaciones preliminares sobre irregularidades en el PEC, abiertas entre 2002 y 2007, muchas de las cuales llegaron a la Justicia. El programa distribuye 150 pesos para cada uno de los 7.700 rosarinos anotados. De ellos, 1.749 son de la FTV, 849 de Barrios de Pie, 728 del Movimiento Evita, 497 de la CCC, 376 del Frente Transversal y 329 del Movimiento Popular Libertador San Martín, entre otras organizaciones.

El accionar y las demandas de las organizaciones fluctúan por sus posicionamientos políticos, algunos llamativos como el de la FTV, alineada a nivel nacional con el kirchnerismo (su líder es Luis D'Elía) pero ligada al Frente Progresista en Santa Fe, coalición que depositó a Hermes Binner en la Gobernación. Sin embargo, el bloque K sufrió mutaciones en los últimos meses: Libres del Sur tomó distancia de la "pejotización" del Frente para la Victoria (FPV) impulsada desde Balcarce 50 y Barrios de Pie tuvo quiebres internos.

Luego están el Polo Obrero (PO), la Coordinadora de Unidad Barrial (Cuba MTR), los pueblos originarios, referentes zonales, parroquias y comunidades evangelistas, entre otros. Aunque las coincidencias afloran frente al reciente e intempestivo desembarco de Raúl Castells, conductor del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD). Desde los barrios graficaron: "Castells no es beneficioso y actúa de un modo complejo, haciendo muchas promesas en distintas zonas, pero incumpliéndolas. La gran duda es quién lo banca, porque acá apenas maneja unos cien planes" (ver aparte). Tras años de militancia en la Capital Federal y el conurbano bonaerense, el piquetero se radicó en Rosario y su presencia comienza a sentirse en barriadas humildes de la zona noroeste (barrio Toba y Fonavi de Mendoza y Circunvalación). Las especulaciones sobre sus objetivos se potencian a diario y hasta le atribuyen funcionalidades varias, como prestar militantes para todo tipo de protestas. También que esconde intereses del duhaldismo o el socialismo, entre otras teorías conspirativas .

HISTORIA DE LOS "PROGRAMAS"

El Programa Jefes de Hogar comenzó a gestionarse a principios de 2002, durante el mandato de Eduardo Duhalde, como respuesta a una crisis sin precedentes en la Argentina. Pero durante el gobierno de Néstor Kirchner el plan pasó al Ministerio de Trabajo, frenando el ingreso de beneficiarios y promoviendo traspasos hacia el programa Familias o el Seguro de Capacitación y Empleo (SCyE). La decisión se escudó en "el horizonte de recuperación económica". Habiendo alcanzado en 2002 más de 2 millones de beneficiarios, en la actualidad el Jefes cuenta unos 668.000 en el país (150 pesos mensuales).

Lanzado en 2003, aún se mantiene el Programa de Empleo Comunitario (PEC) para desocupados mayores de 18 años que no cumplieron con los requisitos del Jefes. Abona 150 pesos por mes, por 20 ó 30 horas semanales en la tarea.

El Familias -creado en 2004- no exige contraprestación laboral (para evitar el clientelismo) y la condición es que las se presenten dos veces al año certificados de escolaridad y vacunación de sus hijos. Tiene un ingreso no remunerativo mensual que varía según la cantidad de menores de 19 años a cargo, o discapacitados de cualquier edad (va de los $155 hasta una pensión no contributiva). Y busca que los beneficiarios accedan a servicios que presten los municipios.

El SCyE, también creado en 2004, aplica políticas de apoyo a los desocupados del Jefes de Hogar en la búsqueda de empleo. También actualiza las competencias laborales de los beneficiarios y apuesta a su inserción laboral. El SCyE se realiza de manera progresiva con convenios entre Trabajo y los municipios. Tiene un límite de dos años y una prestación monetaria no remunerativa de 225 pesos durante los primeros 18 meses y de 200, cada 30 días, durante los últimos 6. El tiempo de permanencia es computable a la jubilación.