10/19/2008

Madres adolescentes: El hijo deseado - Mujer - LaCapital.com.ar
Contrariamente a la idea que asocia a la madre adolescente con la madre soltera, una encuesta a más de 1.645 jóvenes de 15 a 19 años de sectores sociales empobrecidos que acababan de dar a luz en Tucumán, Catamarca, Salta, Chaco, Misiones, Rosario, Gran Buenos Aires y La Plata revela que 8 de cada 10 de ellas estaban conviviendo con su pareja o en una relación de noviazgo al momento del nacimiento de sus hijos.

Los resultados del trabajo publicado recientemente en la revista Reproductive Health Matters provienen de una encuesta realizada a adolescentes que tuvieron sus partos en 14 hospitales y maternidades públicas. "Los estudios que se vienen realizando en nuestro país y en la región muestran que esta es una problemática de larga data. De hecho, la mayoría de las mujeres pobres en nuestro país tradicionalmente ha tenido hijos antes de los 20 años", señala la autora del trabajo, Mónica Gogna, doctora en ciencias sociales e investigadora del Cedes (Centro de Estudios de Estado y Sociedad). El trabajo contó con el apoyo del Ministerio de Salud de la Nación y fue publicado con el auspicio de Unicef Argentina.

Uno de los objetivos de la investigación realizada por Gogna y un equipo de colegas fue revelar "el desfasaje entre el sentido común, aún vigente en la sociedad y en las instituciones de salud y de educación, y el cuadro de situación que surge del análisis de los datos censales, las estadísticas vitales y la información obtenida en la encuesta a madres adolescentes. Lo mismo ocurre en otros países", destaca la especialista que también se desempeña como investigadora del Conicet.

En términos generales las adolescentes tienen hijos con varones de una edad similar o que las superan en pocos años. Sólo una minoría de 15 a 19 años encuestadas (5 por ciento) declaró que el padre de su primer hijo tenía 30 años o más al nacimiento del bebé, "lo que podría estar indicando la existencia de situaciones de coerción sexual", indica el estudio.

Por su parte la licenciada Silvia Fernández, socióloga e investigadora del Cedes quien también participó en la elaboración del estudio, afirma que las adolescentes que están solas durante su embarazo y parto tiene entre otras consecuencias, no promover en forma activa la inclusión del varón desde los servicios de salud. El estereotipo refuerza la noción de que el embarazo es una cuestión de mujeres. Las mujeres son las responsables de la anticoncepción, quienes requieren, como gustan decir los médicos, ser minuciosas si de la píldora se trata, y quienes deben afrontar la decisión de continuar o interrumpir el embarazo, si no pudo implementarse el cuidado anticonceptivo o si el método falló.

Otra cuestión es la relacionada con la participación del varón en el acompañamiento a sus parejas en los controles prenatales. El novio o marido fue la persona más mencionada por las adolescentes cuando se les preguntó quiénes las habían acompañado a las consultas durante el embarazo. "Pero luego los varones encuentran dificultades para acompañarlas en el parto o en la internación porque los servicios de salud no están preparados para recibirlos, tanto por problemas de espacio y de organización, como por prejuicios", indica Inés Ibarlucía, socióloga e investigadora del Cedes quien también integró el equipo de trabajo de la doctora Gogna.

Gogna explica que los y las jóvenes adhieren a un modelo de género tradicional y asimétrico que limita a la mujer al ámbito doméstico y a la crianza de los hijos y obliga al varón a ser el proveedor material. "Este mandato genera tensiones en los varones, no sólo debido a que no se sienten suficientemente maduros o capacitados, sino porque en el contexto de pobreza y desempleo en que se desarrollan sus vidas, resulta muchas veces imposible poder satisfacer esa expectativa".

No es de sorprender que frente a esa realidad muchos varones opten por "huir" de esa situación y se desentiendan de su paternidad. "En ese sentido es necesario fomentar la transformación de los roles de género hacia modelos menos rígidos que permitan a las mujeres proyectar horizontes que trasciendan la maternidad y que reconozcan en los varones la capacidad de ser padres más allá de sus posibilidades como proveedores", resalta Gogna.

El estudio permitió a las investigadoras conocer en qué medida los embarazos son buscados o queridos. "Si bien esto es muy difícil de estimar, un tercio de las entrevistadas reportó no haber estado usando un método anticonceptivo al momento de embarazarse porque quería tener un hijo", según señalaron las entrevistadas

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