4/19/2009

Las autoridades sanitarias locales advirtieron que "el pico de infectados de dengue en Rosario todavía no llegó". Es más, ayer se registró un nuevo caso autóctono. Se trata de una mujer que vive en la zona de bulevar Seguí al 5500, donde hoy se realizará un bloqueo sanitario.

El operativo comenzará a las 9 en el dispensario Mauricio Casal, desde donde partirán los fumigadores que intervendrán en el barrio.

Además, se espera que "entre el miércoles y el viernes" de esta semana aparezcan posibles casos con síndromes febriles producto de los recientes viajes al norte del país por el feriado largo de Semana Santa.

Y en el barrio Tablada los casos podrían volverse más complejos. Los funcionarios no dejaron de reclamar la definición de una estrategia nacional porque la enfermedad viene bajando en el mapa.

Como si esto fuera poco, un interrogante superior inquieta: cómo garantizar que habrá un freno al resurgimiento de la enfermedad antes del verano próximo. Una pelea desconocida en territorio santafesino y que, según algunos especialistas, "llevará años".

Claridad.Pese al incipiente diseño del plan a encarar en los próximos tres meses (cuando la temperatura descienda) para eliminar los reservorios del mosquito transmisor —Aedes aegypti—, su efectividad estará estrechamente ligada a la articulación de tareas con los municipios del Gran Rosario y, sobre todo, las demás provincias. "Necesitamos que la Nación aporte más claridad. También el involucramiento de las áreas provinciales, incluso varias que no están relacionadas con Salud, porque hay mucho por hacer", concluyen.

Reacios a algún tipo de autocrítica respecto de eventuales falencias frente al avance de la enfermedad en los barrios de la ciudad, apuntan los reproches hacia la Casa Rosada por “una falta de programación, ya que los casos en el norte, en Salta y Jujuy, vienen desde hace tres o cuatro años y el dengue terminó llegando a Rosario más rápido de lo previsto”.

Con preocupaciones más prioritarias que las chicanas políticas, Severo Rennis, médico del Hospital de Roque Sáenz Peña (Chaco), epicentro de la epidemia de dengue, asegura a La Capital: “Que el gobierno nacional declare la emergencia implica aceptar que no hizo nada en seis años”.

Rennis, quien a pedido de conocidos rosarinos elaboró una guía preventiva de la enfermedad difundida a través de internet, cuestiona “la inoperancia de un sistema de prevención que nunca respondió”. Y denuncia: “Levantaron los controles fronterizos y los camiones del Mercosur terminaron trayendo dengue o leishmaniasis (enfermedad que afecta tanto a perros como humanos, también transmitida por mosquitos)”.

Pronóstico. “El próximo verano será peor”, augura el médico en caso de no tomarse las medidas adecuadas. Por eso recomienda “limpiar todo, literalmente dar vuelta a Rosario, un trabajo que tiene que incluir tanto a las autoridades como al resto de la sociedad”.

Rennis refrenda su análisis con un mapa del Aedes elaborado en febrero de 2008 por la Universidad de Buenos Aires (UBA), con un alarmante avance territorial del mosquito, y una estadística actual inapelable: 10 de las 24 provincias con casos autóctonos confirmados y 22 de los 24 distritos con procesos importados o sospechosos. Toda una señal de que el problema está lejos de resolverse y de que el dengue es un verdadero problema nacional. 

Migraciones

Frente al brote de dengue, otro dato que las autoridades municipales consideran insoslayable, son las migraciones internas. "Son numerosas y desde varios puntos del país. Vienen tras no encontrar ningún tipo de ayuda", señalan. Si bien admiten que en Rosario encuentran "situaciones de vulnerabilidad, siguen estando mejor que en sus ciudades natales".



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