11/16/2008

seguimos la fiesta?

La próxima guerra será por el agua. La frase la impusieron ambientalistas y
analistas internacionales. Disposiciones jurídicas regulan el recurso, pero hay casos en que no se
cumplen. Un ejemplo; en Entre Ríos denuncian que el agua termal que se extrae de la provincia se
vende "sin pagar nada". Ahora la exportadora Makhena ofrece por internet "Agua del río Paraná" a
países sedientos, los mismos países a los cuales ya les vendió agua en 1987.


Números sobran: el 60 por ciento del agua está en seis países, pero Europa sola
consume el 70 por ciento del agua mundial. Los territorios en stress hídrico son: Arabia Saudita,
Yemen, Egipto, Israel, Corea, Irak, Madagascar, España, Irán, Marruecos, Pakistán, Alemania,
Italia, Sudáfrica y Polonia, además de varios países de Centroamérica. A estos últimos fue el agua
de la desembocadura del Paraná.


Un negocio turbio.Makhena opera en Buenos Aires y Miami y abre mercados
mundiales. Alberto Cholewa, socio de la firma dijo que el agua "es a granel y sin procesar, el
tratamiento se termina en el destino", y cuenta lo insólito: "Este tipo de ventas las hicimos desde
1983 a 1987 y estamos tratando de reflotarla. El negocio cayó por que los fletes son muy caros,
pero ahora pueden bajar".


El empresario explicó que "es común que los barcos cuando descargan
hidrocarburos hagan lastre con agua. Entonces se hizo el negocio de descargar ese agua en paises
como Curaçao y República Dominicana, que la compraron. Esto puede dejar una ganancia aproximada de
$ 100 mil dólares, mitad se reparte al barco mitad a la empresa".


Los buques descargan en piletones que luego de potabilzarla la vuelcan en la
red. No hay precio por litro


En la década del 80 "vendimos" dice Cholewa y los clientes de hoy serían islas
del Caribe, Medio Oriente y hasta China. Cholewa admitió que se puede sacar agua de la
desembocadura del Paraná, lo que no es ilegal y paga un canon de exportación que es un 6 por ciento
de lo que puede cargar el buque, entre 70 mil y 130 mil toneladas.


Público y privado. Cholewa está en el negocio del agua hace 25 años y montó
distintas plantas, piletas depuradoras y acueductos en el país. Dice haber negociado con el
municipio de Villa Constitución la posibilidad de construir una planta potabilizadora y que el
municipio le pagara, en parte, con una semi decantación de agua que luego él comercializaría.


El intendente de Villa Constitución, Horacio Vaquié y el secretario de
Desarrollo Económico, Horacio Cucchiari, dijeron desconocer a Makhena y a Cholewa y negaron
contactos con la empresa. "Ya ingresé en mi tercer mandato y nunca tuve noticias de algo así, y
tampoco nunca nadie vino aquí a referirnos el tema", afirmó Vaquié. Otros municipios a los que
interesó son; Fighiera, Arroyo Seco y San Lorenzo, según expresaron desde Makhena.


Por otra parte, ante versiones de extracción de agua; desde los concejos
municipales de Gálvez y Las Parejas impulsaron ordenanzas para impedir la venta de agua y
gestionaron el pedido ante la legislatura provincial y nacional. El senador del departamento Garay,
Ricardo Kaufmann, levantó el guante.


El senador sostiene en su proyecto que para sacar agua de la provincia hay que
pedirlo "ante el Ejecutivo, con justificación de la cantidad que se pretenda exportar, los motivos
en que se funda y la inexistencia o inocuidad de perjuicios para el medio ambiente". A la hora de
las excepciones de la ley sostiene que se contemplarán "tratados suscriptos en el ámbito del
Mercosur o del Unasur con destino a alguno de los países signatarios, para fines específicos".


Legislar. El senador aseguró que no tiene información sobre algún tipo de
"irregularidad, hecho o situación de este tipo, pero la ley debe sobre todo prever".


Para Cholewa "lo fatídico es el flete. Un barco de 70 mil toneladas con destino
a Medio Oriente cuesta dos millones de u$s, a Estados Unidos es menor pero piden envasada. "En
Africa, donde hay países con gran necesidad de agua, no necesitan que sea mineral, sino que se
pueda tomar", dice.


"Depende de dónde se haga la decantación. Yo puedo tomar agua del río, pero hay
que separar los sólidos y luego terminar de potabilizar en el destino. El flete se lleva el 50 o el
60 por ciento del valor. Se usan Panamax. No es nuevo, se hace y da trabajo a la gente". Recursos
Hídricos de la Nación cobra un canon por la cantidad de toneladas de agua que carga el buque. Los
controles existen, a veces son escasos, como el agua.


El agua envasada es otro negocio, se exporta poco y por camión a Chile y Estados
Unidos (ver página 37).


El jurisconsulto Iván Cullen dijo que no creía que hubiera "problemas en sacar
agua de la u desembocadura, en tanto, si sacan de una laguna o un estero es otra cosa, posiblemente
halla un vacío jurídico", y aclaró "por otro lado hay mucha legislación ambiental, pero si falta
regulación debe hacerse lo necesario para regular en cada provincia", sintetizó.


No se paga.La Fundación Mbiguá, de Entre Ríos, trabaja en el tema desde el 2006.
Alfredo Serra, geólogo y especialista en recursos hídricos, contó que "nunca recibimos denuncias
sobre la "pesca" de agua, sí que se saca agua del acuífero guaraní y la venden envasada. El granel
es otro tema, pero no nos preocupa y como es más barato desalinizar no creo que sea negocio", dijo
y denunció lo increíble.


"En Entre Ríos el agua termal se saca, se envasa y nadie paga nada, está la ley,
pero no se cumple y no se paga ningún tipo de regalías", dijo Serra. Lo que falta son
controles.


Lo cierto es que un recurso como el agua del Paraná puede venderse, el agua
termal de Entre Ríos se vendería sin canon, y las empresas transnacionales que envasan ganan
fortunas. Tal vez la guerra ya empezó, y nadie tomó en cuenta avisar.

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