muriò el negro, un rosarino de los que merecen recordar, el que nunca se sumo al provincianismo envidioso y-por el contrario- supo valorar lo que tiene de ùnica esta ciudad. sus personajes pegaban dos veces,cuando producían risas y después, cuando uno se preguntaba si daba para reirse
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Falleció el Negro Roberto Fontanarrosa
Víctima de una enfermedad que lo afectaba desde hacía tiempo, murió hoy a los 62 años el humorista y escritor rosarino Roberto Fontanarrosa, quien se encontraba internado en el Sanatorio Centro.
El Negro, creador entre otros de personajes como Inodoro Pereyra y Boogie el Aceitoso, padecía una enfermedad que lo fue limitando paulatinamente en sus funciones motrices, aunque mantuvo la misma y excelente lucidez hasta el último momento.
Según informaron en el Sanatorio Centro, Fontanarrosa ingresó poco antes de las 14 de hoy con un cuadro de insuficiencia respiratoria severa, por lo que se iniciaron maniobras de soporte habituales, tras lo cual falleció cerca de las 15.
Hace 4 años los médicos le habían diagnosticado esclerosis lateral amiotrófica, enfermedad que lo llevó a movilizarse en silla de ruedas desde hace más de un año.
En enero de este año, mediante una carta en la revista Viva del diario Clarín, anunció que dejaba de dibujar sus historietas, por la pérdida del control de su mano derecha a causa de la enfermedad. También aclaró que seguiría escribiendo los guiones de sus personajes.
Aunque previsible, la partida de Fontanarrosa deja perplejo a un país y una ciudad que lo siguieron cotidianamente.
sus restos serán velados en la Cochería Bassi, ubicada en Salta 3070, de nuestra ciudad. Según algunas fuentes, la intendencia rosarina habría ofrecido realizar el velatorio en el Palacio Municipal, pero la familia resolvió que sea en esa cochería.
De Rosario al mundo
Nunca se fue de Rosario, donde participó de distintos proyectos gráficos y culturales, como la revista Boom, Risario, la Cebra a Lunares. Y por supuesto trascendió los límitres de la ciudad por sus trabajos en medios nacionales, como Clarín, donde tuvo durante años una tira humorística.
Antes de su partida, el Negro recibió muchísimos reconocimientos y homenajes, tanto en Rosario como en el país. Incluso se anunció la impresión de su propia estampilla, de la serie "Homejane en vida a figuras nacionales".“Es raro verse en una estampilla, es un lugar reservado para los próceres”, bromeó el Negro al recibir la distinción.
En abril del 2006, el Senado le entregó la mención de honor Domingo Faustino Sarmiento, en reconocimiento a su vasta trayectoria y aportes a la cultura argentina.
Su exposición en el III Congreso de la Lengua Española en Rosario sobre las malas palabras fue memorable, así como su discurso final en el cierre del evento.
El 5 de mayo de este año tuvo una de sus últimas apariciones públicas ante el gran público en la Feria del Libro de Buenos Aires, que hasta recorrió a pesar de su delicado estado de salud. "A la Feria del Libro la espero todo el año", dijo entonces. Habló poco, y confesó: "Sé que uno puede trascender a través de los libros, el cine o la televisión, pero nada supera al acto de presentarme cara a cara con mi público" ante una sala repleta.
Casi un mes antes, unos 200 dibujantes y humoristas del mundo le hicieron un homenaje por Internet, en el que lo caricaturizaron y hasta lo dibujaron con la camiseta de Newell´s. De todos modos, retrataron a Dios metiendo un gol con la de Central. "Fontanarrosa con F, de fútbol", contó con la participación de unos 200 artistas en http://homenajealnegro.blogspot.com.
Humor y literatura
Nació el 26 de noviembre de 1944, y desde joven se destacó como dibujante humorístico, no sólo por su inventiva, sino por la personalidad de sus trazos.
En 1968, época del Mayo Francés, publicó el dibujo de un policía que mostraba su bastón manchado de rojo sangre y decía: “No hay ninguna duda, eran comunistas”. Fue el primer chiste gráfico que se le conoce. En el 76 se instaló el personaje de Inodoro Pereyra, junto con Mendieta y su “que lo parió”, y de la Eulogia.
Por esa época el bar El Cairo ya comenzaba a ser escenario de la mesa de los galanes, un grupo de amigos que se daba cita obligada en el café de Sarmiento y Santa Fe, y que inspiró uno de sus libros.
En el 79 Boogie el Aceitoso ingresó en la revista Humor Registrado, y se convirtió en otro clásico del Negro, reeditado años después por La Maga.
En el 80 comenzó a colaborar con la producción de los espectáculos de Les Luthiers. Fue además la década en la que resultó muy prolífica su obra literaria. Canallón a muerte, le dedicó al fútbol una parte de esa obra literaria, como el cuento "19 de diciembre de 1971".
Entre sus libros figuran: “El mundo ha vivido equivocado”, que fue su primer título de cuentos publicado, al que siguieron “No sé si he sido claro”, “Nada del otro mundo”, “Uno nunca sabe”, “Los trenes matan a los autos”, “El mayor de mis defectos” y “La mesa de los galanes”, entre varias compilaciones de relatos. Entre sus novelas, a la primera “Best seller” le siguen “El área 18” y La gansada”; amén de las compilaciones varias de las historietas de sus personajes más famosos: “Inodoro Pereyra, el renegau” y “Boggie, el aceitoso”.
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